En el programa de fiestas de San Pelayo 2014 la Asociación de Mujeres de Villapún nos recuerda las vicisitudes por las que tuvieron que pasar los vecinos del pueblo hace más de medio siglo para conseguir una nueva escuela.
UN DÍA ESPECIAL EN VILLAPÚN
En el año 1956 se inauguró la nueva escuela de Villapún. En aquellos años
el pueblo estaba lleno de niños y niñas en edad escolar, desde los seis años en
que comenzaba el período escolar obligatorio hasta los catorce que se abandonaba
para dedicarse a las tareas agrícolas.
La escuela era mixta, niños y niñas y un solo maestro o maestra, en esta
ocasión maestra, llamada Elena Santos Vallejo. En la anterior escuela ya no era
posible admitir un niño más pues estaba ocupado hasta el último rincón.
La Junta Vecinal de Villapún estaba formada por tres hombres jóvenes y con
muchas ganas de trabajar y de mirar por el bien de su pueblo. Se pusieron manos
a la obra, hicieron reuniones en la Casa de Concejo con la asistencia de todo
el pueblo y se expusieron ideas nuevas para ver la forma de construir una nueva
escuela.
Entre todos y con la ayuda de Doña Elena surgió la idea de realizar un
viaje a Palencia para pedir ayuda a la institución del Gobierno Civil de la
provincia, que recibió a las autoridades del pueblo con toda la amabilidad y
expusieron el motivo de su visita y sus proyectos.
Se cuenta una curiosa anécdota de esa reunión. “Hombres de Villapún, son
ustedes pobres para pedir, porque cuando se viene aquí hay que pedir mucho, que
de dar poco ya nos encargamos nosotros”, les dijo el Gobernador Civil de la
provincia.
Lo cierto es que vinieron contentos porque consiguieron una ayuda y les
dieron ánimos para seguir pidiendo y conseguir nuevos logros para el pueblo.
Es cierto que el pueblo de Villapún fue el que más colaboración prestó:
aportó dinero, huebras para traer el material necesario para la obra; cada día,
y por orden riguroso, se nombraba a dos o tres vecinos que con sus carros de
vacas tenían que ir a la Tejera de Saldaña a traer ladrillos, arena y cemento;
aparte de otros vecinos, también por orden de “vez”, que ayudaban a los albañiles
a hacer masa y dar ladrillos, que entonces no había hormigoneras ni montacargas
como ahora. Hasta el agua tenía que ser transportada en una carral fija en un
carro y la llenaban de agua en las presas de la Ontana o en La Majada.
Si reflexionamos un poco nos daremos cuenta de la utilidad que en aquel
tiempo se sacaba de un carro y un par de vacas.
Bueno, lo que está claro es que, poco a poco, ladrillo a ladrillo, la
escuela se construyó ¡y bien bonita que quedó!
Llegó el día de la inauguración y vino a Villapún, nada más y nada menos,
que el Gobernador Civil de Palencia, D. Víctor Fragoso del Toro, en su coche
oficial con banderín y acompañado de su secretario y chófer vestido de uniforme
y gorra.
Todos los vecinos del pueblo salimos a recibirles a la entrada del pueblo
con aplausos, vítores y volteo de campanas. Los miembros de la Junta Vecinal,
con su Presidente en primera fila y el bastón de mando, intercambiaron saludos y
bienvenidas.
Todos los niños y niñas, con la banderita española en la mano y formando
filas, y el pueblo en general se dirigieron hasta la nueva escuela, donde
también ondeaba la bandera española, grande y recién estrenada para la ocasión.
Una vez finalizado el acto oficial de inauguración de la nueva escuela se
invitó a las autoridades provinciales a pasar por la vieja escuela, en la que se
había preparado un aperitivo que fue servido por estas dos guapísimas mozas que
figuran en la foto vestidas de camareras. Fue un día inolvidable porque todo
resultó entrañable: productos caseros confeccionados en el pueblo y de postre
pasteles de crema también elaborados por una vecina del pueblo.
Estas vivencias estaban en el olvido, pero gracias a Elvira, que conserva la
foto, hemos podido recordar aquel día, sin duda uno de los más importantes de
la historia de Villapún y ello nos hace recordar, con nostalgia, nuestra
infancia y nuestra juventud. Cuando salíamos al recreo y, delante de la escuela,
los chicos daban patadas al balón o jugaban a la peonza, la “piuca”, y las
chicas al castro o a la comba entre otros juegos, sencillos pero divertidos.
Esta escuela de la que
hemos hablado se conserva en buen estado y actualmente se utiliza como
Teleclub.
Asociación de Mujeres de Villapún
Asociación de Mujeres de Villapún
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