La primavera tarda en llegar a los campos de estas latitudes, pero cuando lo hace se manifiesta en todo su esplendor, con una explosión de color y sonido que lo llena todo y a la que es difícil permanecer indiferente. Visitar Villapún en primavera es el mejor regalo para nuestros sentidos y la más eficaz de las pócimas para las enfermedades del alma.