No hace mucho, hablando con un paisano me decía que no venía más a menudo al pueblo porque aquí “no hay nada”. Me le quedé mirando a la cara con una media sonrisa entre burlona y compasiva, pensando para mí que más bien donde no hay nada es en el interior de algunas personas, pero no le contesté en ese momento, más que nada por educación, aunque me quedé con ganas de decirle unas cuantas cosas. No es una actitud aislada, ni mucho menos exclusiva de los villapuneses, pues es cada vez más común en la gente de éste y otros pueblos castellanos, que han dejado de acudir a los mismos esgrimiendo como disculpa tan peregrino argumento. Claro, que tampoco faltan estómagos agradecidos que sólo acuden atraídos por el olor de la carne de cerdo gratuita.
Cada vez estoy más convencido de que ser de Villapún, ser de pueblo, es un don que está reservado sólo para unos pocos privilegiados. ¡Qué triste es que quiénes han nacido y crecido en un pueblo no sepan apreciar la gran fortuna que tienen! Nunca lo he entendido y lo único que puedo decir es: ¡ellos se lo pierden!
Pues bien, creo que ha llegado el momento de preguntar a mi vecino (y por extensión al resto de inconformistas):
¿Has subido a la torre de la iglesia para otear los alrededores del pueblo?
¿Has ido a coger unas aceras por los caminos en primavera para hacerte una rica ensalada?
¿Has escuchado los villancicos tradicionales que se cantan en la iglesia por Navidad?
¿Has dado un paseo hasta Oncastellana en verano y te has refrescado con el abundante agua de su fuente?
¿Has visto las construcciones tradicionales de adobe que aún quedan en el pueblo?
Cada vez estoy más convencido de que ser de Villapún, ser de pueblo, es un don que está reservado sólo para unos pocos privilegiados. ¡Qué triste es que quiénes han nacido y crecido en un pueblo no sepan apreciar la gran fortuna que tienen! Nunca lo he entendido y lo único que puedo decir es: ¡ellos se lo pierden!
Pues bien, creo que ha llegado el momento de preguntar a mi vecino (y por extensión al resto de inconformistas):
¿Has subido a la torre de la iglesia para otear los alrededores del pueblo?
¿Has ido a coger unas aceras por los caminos en primavera para hacerte una rica ensalada?
¿Has escuchado los villancicos tradicionales que se cantan en la iglesia por Navidad?
¿Has dado un paseo hasta Oncastellana en verano y te has refrescado con el abundante agua de su fuente?
¿Has visto las construcciones tradicionales de adobe que aún quedan en el pueblo?
¿Has recorrido la Cañada Real por donde discurrían los rebaños de meritas y aún pueden verse ocasionalmente?
¿Te has fijado como “majan el ajo” las cigüeñas en primavera?
¿Te has fijado como “majan el ajo” las cigüeñas en primavera?
¿Has ido en otoño a buscar níscalos por los pinos de la Cerra para hacer un buen guiso con patatas?
¿Has leído la placa que hay en la cara oeste de la torre de la iglesia?
¿Has observado el espectáculo natural de las mariposas en verano por el camino de Cañijuelas?
¿Te has dado ya un buen paseo por la Era?
¿Conoces la laguna de la Ontona?
¿Te has fijado en el mural de la salvación que hay en la iglesia?
¿Has disfrutado del coro nocturno de ranas en la laguna del Valle en una noche estrellada de primavera?
¿Te has acercado al corral de Onzarza para apreciar cómo es una de estas construcciones tradicionales de adobe?
¿Has ido en Navidad a buscar berros por los arroyos para hacer una rica ensalada para la cena de Nochebuena?
¿Te has sentado en los bancos de la plaza a echar una parlada con algún vecino?
¿Te has deleitado con el musical canto del cuco que se escucha por los campos en primavera?
¿Te has dado una vuelta por el Valle después de una tormenta?
¿Te has fijado en la antigua cajonera que hay en la sacristía de la iglesia?
¿Has dado un paseo por la Roza en la primavera avanzada cuando los robles echan sus hojas y el melojar está en todo su esplendor?
¿Has visto alguna vez la “bendición de los campos” que se hace el día de San Isidro labrador?
¿Te has tumbado plácidamente en la hierba de la Era una noche de verano a la espera de alguna estrella fugaz?
¿Conoces la escultura policromada de San Hipólito que hay en la iglesia?
¿Has ido en otoño a recoger champiñones silvestres por el campo para hacer un delicioso salteado?
¿Has tirado piedras en la Majada intentando que salten varias veces?
¿Has madrugado alguna vez para disfrutar del espectáculo del amanecer desde la Era?
¿Has escuchado el relajante canto de los alacranes en una cálida noche estival?
¿Conoces el lugar donde los vecinos de Villapún ofrecieron hacer una ermita en honor a la Divina Pastora?
¿Te has acercado al Caño para beber de su refrescante agua?
¿Te has dado una vuelta por la laguna del Páramo para ver si están los "alavancos" o las "guitas"?
¿Has ido a la Mata Montera en primavera a buscar “bragas de pepús”, “flores de perro” o “campanillas” para adornar un jarrón?
¿Has escuchado el característico reclamo de un “relinchón” volando entre la foresta de la Roza?
¿Sabes en qué parte del pueblo estuvo la fuente de la Ontana?
¿Has ido en primavera a coger “senderinas” a los prados para degustar un sabroso guiso?
¿Conoces la historia de San Pelayo y has disfrutado de su fiesta?
¿Te has acercado a la Cuesta del Manzano para ver las talayas de roble?
¿Has jugado de “chiguito” a tirar “cardinchos” al pelo de otros niños?
¿Te has empapado de agua en un día lluvioso de primavera en una caminata por el campo?
¿Has disfrutado de un paseo nocturno por la Roza en una noche de luna llena?
¿Has hecho alguna vez una corona floral con “gurrupitos” y “patas de gallina”?
¿Has construido un muñeco de nieve o has hecho “señoritas” tras una nevada invernal?
¿Has comido los picantes “ajos de pajarita” que salen al borde de los caminos en primavera?
¿Has estado en el teleclub del pueblo echando una partida de cartas o compartiendo un refresco con alguien?
¿Te has bañado alguna vez en la laguna del Páramo?
¿Has escuchado el típico canto del “pepús” procedente de algún tejado del pueblo en una cálida mañana primaveral?
¿Te has dado un pequeño paseo alrededor del pueblo por el camino del Vallejo en una tarde soleada de invierno?
¿Conoces el aeródromo de Villapún?
¿Has olido la cálida fragancia de las violetas y los jazmines silvestres de la Roza a comienzos de primavera?
¿Has recorrido la cañada de Villarrilda?
¿Has bebido el agua de la “fuente de la salud”?
¿Te has sentado en la ladera del Valle en una tarde de primavera para escuchar el concierto de los ruiseñores en la Roza?
¿Has leído la placa que hay en la cara oeste de la torre de la iglesia?
¿Has observado el espectáculo natural de las mariposas en verano por el camino de Cañijuelas?
¿Te has dado ya un buen paseo por la Era?
¿Conoces la laguna de la Ontona?
¿Te has fijado en el mural de la salvación que hay en la iglesia?
¿Has disfrutado del coro nocturno de ranas en la laguna del Valle en una noche estrellada de primavera?
¿Te has acercado al corral de Onzarza para apreciar cómo es una de estas construcciones tradicionales de adobe?
¿Has ido en Navidad a buscar berros por los arroyos para hacer una rica ensalada para la cena de Nochebuena?
¿Te has sentado en los bancos de la plaza a echar una parlada con algún vecino?
¿Te has deleitado con el musical canto del cuco que se escucha por los campos en primavera?
¿Te has dado una vuelta por el Valle después de una tormenta?
¿Te has fijado en la antigua cajonera que hay en la sacristía de la iglesia?
¿Has dado un paseo por la Roza en la primavera avanzada cuando los robles echan sus hojas y el melojar está en todo su esplendor?
¿Has visto alguna vez la “bendición de los campos” que se hace el día de San Isidro labrador?
¿Te has tumbado plácidamente en la hierba de la Era una noche de verano a la espera de alguna estrella fugaz?
¿Conoces la escultura policromada de San Hipólito que hay en la iglesia?
¿Has ido en otoño a recoger champiñones silvestres por el campo para hacer un delicioso salteado?
¿Has tirado piedras en la Majada intentando que salten varias veces?
¿Has madrugado alguna vez para disfrutar del espectáculo del amanecer desde la Era?
¿Has escuchado el relajante canto de los alacranes en una cálida noche estival?
¿Conoces el lugar donde los vecinos de Villapún ofrecieron hacer una ermita en honor a la Divina Pastora?
¿Te has acercado al Caño para beber de su refrescante agua?
¿Te has dado una vuelta por la laguna del Páramo para ver si están los "alavancos" o las "guitas"?
¿Has ido a la Mata Montera en primavera a buscar “bragas de pepús”, “flores de perro” o “campanillas” para adornar un jarrón?
¿Has escuchado el característico reclamo de un “relinchón” volando entre la foresta de la Roza?
¿Sabes en qué parte del pueblo estuvo la fuente de la Ontana?
¿Has ido en primavera a coger “senderinas” a los prados para degustar un sabroso guiso?
¿Conoces la historia de San Pelayo y has disfrutado de su fiesta?
¿Te has acercado a la Cuesta del Manzano para ver las talayas de roble?
¿Has jugado de “chiguito” a tirar “cardinchos” al pelo de otros niños?
¿Te has empapado de agua en un día lluvioso de primavera en una caminata por el campo?
¿Has disfrutado de un paseo nocturno por la Roza en una noche de luna llena?
¿Has hecho alguna vez una corona floral con “gurrupitos” y “patas de gallina”?
¿Has construido un muñeco de nieve o has hecho “señoritas” tras una nevada invernal?
¿Has comido los picantes “ajos de pajarita” que salen al borde de los caminos en primavera?
¿Has estado en el teleclub del pueblo echando una partida de cartas o compartiendo un refresco con alguien?
¿Te has bañado alguna vez en la laguna del Páramo?
¿Has escuchado el típico canto del “pepús” procedente de algún tejado del pueblo en una cálida mañana primaveral?
¿Te has dado un pequeño paseo alrededor del pueblo por el camino del Vallejo en una tarde soleada de invierno?
¿Conoces el aeródromo de Villapún?
¿Has olido la cálida fragancia de las violetas y los jazmines silvestres de la Roza a comienzos de primavera?
¿Has recorrido la cañada de Villarrilda?
¿Has bebido el agua de la “fuente de la salud”?
¿Te has sentado en la ladera del Valle en una tarde de primavera para escuchar el concierto de los ruiseñores en la Roza?
¿Has estado en el frontón de la Era echando un partido de frontenis o de pelota a mano?
¿Has probado las setas de coz o las setas de cardo?
¿Te has dado una vuelta por el camino del Gargolito?
¿Alguna vez te has sentado a la sombra de los chopos del Plantío con un buen libro como compañero?
¿Te has fijado en los hermosos colores de los robledales en otoño?
¿Sabrías reconocer el canto gatuno que los mochuelos emiten al atardecer por las afueras del pueblo?
¿Te has dado un paseo por el Brezal y el Paramillo?
¿Has visto la imagen de Villapún desde el alto de Bretos recortada sobre la impresionante Cordillera Cantábrica de fondo?
¿Te has dado una vuelta por los cultivos en primavera cuando las plantas ya están entalladas y verdes?
¿Conoces “el Monumento” de la Pasión que se montaba antaño en la iglesia de Villapún durante la Semana Santa?
¿Has escrutado el cielo estrellado en busca de constelaciones en una oscura noche sin luna?
¿Te has acercado a Villarrilda y sabes que allí hubo un pueblo que al parecer se desahabitó por la peste?
¿Has visto los preciosos arreglos florales que se hacen en el portal de la iglesia para la celebración del Corpus Christi?
¿Sabes jugar a los “gatos” que se hacen con tallos de junco?
¿Has bajado por el camino del Toro para dar un paseo hasta Lagún del Bravo?
¿Has probado a escuchar alguna vez el “sonido del silencio”?
¿Has degustado los tallos tiernos de los “amojoletes” en primavera?
¿Has visitado la estación meteorológica de Villapún y sabes que es una de las ocho únicas que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en la provincia de Palencia?
¿Sabrías fabricar un “chiflito” con la rama de una “chopa”?
¿Has cogido renacuajos en La Majada?
¿Te has fijado en la impresionante puesta de sol que se puede disfrutar desde la Era o el Páramo en un día despejado?
¿Sabes dónde está el pago de La Marineja?
¿Te has acercado alguna vez hasta el Montecillo y la fuente de Pantaleón?
¿Has escuchado el cántico tradicional que se entona en la “procesión del Encuentro” el Domingo de Resurrección?
¿Has estado en el pago de Gromaz y sabes que en el mismo pudo haber antiguamente otro pueblo o que fuese el asentamiento original de Villapún?
¿Has visto alguna noche a la “nueta” sobrevolando la plaza del pueblo como un fantasma inmaculado?
¿Has adornado un jarrón con las bonitas y olorosas flores del cantueso?
¿Sabes de dónde se extraía la arcilla para fabricar adobes y cómo se hacían?
¿Te has empapado del cálido sol de otoño en una tarde de paseo por el campo?
¿Has subido alguna vez al Cueto para contemplar los alrededores?
¿Has escuchado en la iglesia los cantos a la Divina Pastora que se entonan durante el Rosario en honor a la Virgen?
¿Has visto las “chopas” del Valle y sabes que constituyen un patrimonio etnológico y natural de gran valor?
¿Has visto el belén monumental que ponen las mujeres del pueblo en la iglesia por Navidad?
¿Sabes en qué rincón de Villapún estuvo la fragua del pueblo?
¿Has comido los “panes” de las malvas?
¿Has disfrutado del espectáculo audiovisual de los vuelos acrobáticos de los vencejos por los cielos del pueblo en primavera y verano?
¿Has ido hasta Hontanares y te has comido un bocadillo a la sombra de sus chopos?
¿Sabes dónde se localiza el pago de Avellanar y su fuente?
¿Has jugado a “la vaca plantada” o “a chillar” por las calles del pueblo?
¿Has visto un campo de amapolas en flor en primavera?
¿Has escuchado el aflautado canto del autillo en el Valle?
¿Sabes dónde estuvo el antiguo cementerio del pueblo?
¿Te has dado un paseo por la cañada de la Rinconada?
¿Te has fijado en la explosión de color que se produce hacia el mes de mayo por la floración de los “zapatitos” de las “argomas”?
¿Te has parado a oler la tierra mojada después de la lluvia?
¿Has ido a finales de verano en busca de moras por los zarzales del campo para elaborar con ellas un delicioso postre con vino y azúcar?
¿Has cogido la bicicleta para recorrer los caminos y pistas de la Nava o del Páramo?
¿Alguna vez has “resnalado” sobre la escarcha de la Era o por la superficie congelada de la Majada después de una helada invernal?
¿Has visto el Guarrate o la Era cubiertos de margaritas en primavera?
¿Has probado carne de lechazo cocinado en horno de adobe con “argomas” y brezo como combustible?
¿Sabes dónde está Vatocendo y te has dado una vuelta por allí?
¿Has fabricado un “tirapiedras” con una horcaja de roble?
¿Has degustado el dulce néctar de las “chupas” que crecen en los prados?
¿Te has dado un paseo por la orilla de la Cueza en época de lluvias?
¿Has subido al alto Lutero y has bebido el agua de su fuente?
¿Has cogido “gallaritas” de los robles para jugar a las canicas o “gallarones” para lanzárselos a alguien?
¿Te has acercado a la laguna de la fuente del Brezo y al corral de adobe que hay a su lado?
¿Has olido la fragancia del tomillo en verano?
¿Conoces el sitio del pueblo donde se ubicó el potro y para qué se usaba?
¿Te has asomado desde la Revilla para contemplar las preciosas vistas que desde allí se tienen de la Montaña Palentina, la Loma y la Vega del Carrión?
¿Has respirado el aire frío en una mañana invernal dando un paseo por los caminos del Páramo?
¿Alguna vez te has refrescado con “chupiteles” en invierno?
¿Has participado en la procesión de la Divina Pastora por las calles del pueblo?
¿Has ido a ver las antiguas presas donde se lavaba antaño la ropa?
¿Te has acercado a dar un paseo hasta los huertos de la Varga?
¿Has escuchado el “cacareo” de las “pigazas” al atardecer en la Roza?
¿Has visto el antiguo fuelle de la fragua que aún se conserva restaurado?
¿Has intentado hacer un escriño con corteza de zarza?
¿Has ido en diciembre a la Roza a coger un poco de musgo para poner el belén?
¿Te has dado un paseo en bicicleta hasta el Quiñón?
¿Has ido a volar una cometa a la Era en un día ventoso?
¿Has estado en Elegidro y sabes que en sus presas se lavaban antiguamente las ropas de los difuntos?
¿Has utilizado el “pelo de ratón” para hacer coscas a un “chiguito”?
¿Sabes para qué sirve la “tierra topinera” y dónde se puede encontrar?
¿Has dado un paseo hasta la laguna de Onzarza?
¿Has ido en otoño a coger “andrinas” para elaborar un aromático licor de orujo?
¿Alguna vez has estado en Espinar?
¿Has hecho un arco de una rama de sauce y has usado como flechas tallos de “husos” recogido en alguna de las lagunas del pueblo?
¿Has escuchado el canto de las "collaronas" en primavera por el Páramo?
¿Te has acercado al alto del Calvario para contemplar desde allí la impresionante panorámica de la Roza, los campos de la Vega y los pueblos cercanos?
¿Has …?
En fin, creo que podría continuar, pero prefiero dejar al gusto de cada cual añadir todas las múltiples posibilidades que tiene un pueblo como Villapún. Aunque quizás ese sea el problema: vivimos en una sociedad que deja cada vez menos margen a la imaginación, en la que prima el “ocio digital” y la cultura urbana frente a “lo rural”, que se margina y desprecia, lo exótico frente a lo local, lo sofisticado frente a lo sencillo, lo moderno frente a lo tradicional, lo efímero frente a lo duradero...
Y volviendo a mi querido paisano, permíteme que te de un humilde consejo: abre bien todos tus sentidos porque las cosas realmente valiosas de la vida son sencillas como el canto de un pájaro, la sonrisa de un niño, la mirada de la persona amada, una bella melodía o un rayo de sol al atardecer. Aprende a disfrutar de estos pequeños tesoros de la vida y serás feliz.
Por cierto, ¿aún sigues pensando que en nuestro pueblo “no hay nada”?
¿Has probado las setas de coz o las setas de cardo?
¿Te has dado una vuelta por el camino del Gargolito?
¿Alguna vez te has sentado a la sombra de los chopos del Plantío con un buen libro como compañero?
¿Te has fijado en los hermosos colores de los robledales en otoño?
¿Sabrías reconocer el canto gatuno que los mochuelos emiten al atardecer por las afueras del pueblo?
¿Te has dado un paseo por el Brezal y el Paramillo?
¿Has visto la imagen de Villapún desde el alto de Bretos recortada sobre la impresionante Cordillera Cantábrica de fondo?
¿Te has dado una vuelta por los cultivos en primavera cuando las plantas ya están entalladas y verdes?
¿Conoces “el Monumento” de la Pasión que se montaba antaño en la iglesia de Villapún durante la Semana Santa?
¿Has escrutado el cielo estrellado en busca de constelaciones en una oscura noche sin luna?
¿Te has acercado a Villarrilda y sabes que allí hubo un pueblo que al parecer se desahabitó por la peste?
¿Has visto los preciosos arreglos florales que se hacen en el portal de la iglesia para la celebración del Corpus Christi?
¿Sabes jugar a los “gatos” que se hacen con tallos de junco?
¿Has bajado por el camino del Toro para dar un paseo hasta Lagún del Bravo?
¿Has probado a escuchar alguna vez el “sonido del silencio”?
¿Has degustado los tallos tiernos de los “amojoletes” en primavera?
¿Has visitado la estación meteorológica de Villapún y sabes que es una de las ocho únicas que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en la provincia de Palencia?
¿Sabrías fabricar un “chiflito” con la rama de una “chopa”?
¿Has cogido renacuajos en La Majada?
¿Te has fijado en la impresionante puesta de sol que se puede disfrutar desde la Era o el Páramo en un día despejado?
¿Sabes dónde está el pago de La Marineja?
¿Te has acercado alguna vez hasta el Montecillo y la fuente de Pantaleón?
¿Has escuchado el cántico tradicional que se entona en la “procesión del Encuentro” el Domingo de Resurrección?
¿Has estado en el pago de Gromaz y sabes que en el mismo pudo haber antiguamente otro pueblo o que fuese el asentamiento original de Villapún?
¿Has visto alguna noche a la “nueta” sobrevolando la plaza del pueblo como un fantasma inmaculado?
¿Has adornado un jarrón con las bonitas y olorosas flores del cantueso?
¿Sabes de dónde se extraía la arcilla para fabricar adobes y cómo se hacían?
¿Te has empapado del cálido sol de otoño en una tarde de paseo por el campo?
¿Has subido alguna vez al Cueto para contemplar los alrededores?
¿Has escuchado en la iglesia los cantos a la Divina Pastora que se entonan durante el Rosario en honor a la Virgen?
¿Has visto las “chopas” del Valle y sabes que constituyen un patrimonio etnológico y natural de gran valor?
¿Has visto el belén monumental que ponen las mujeres del pueblo en la iglesia por Navidad?
¿Sabes en qué rincón de Villapún estuvo la fragua del pueblo?
¿Has comido los “panes” de las malvas?
¿Has disfrutado del espectáculo audiovisual de los vuelos acrobáticos de los vencejos por los cielos del pueblo en primavera y verano?
¿Has ido hasta Hontanares y te has comido un bocadillo a la sombra de sus chopos?
¿Sabes dónde se localiza el pago de Avellanar y su fuente?
¿Has jugado a “la vaca plantada” o “a chillar” por las calles del pueblo?
¿Has visto un campo de amapolas en flor en primavera?
¿Has escuchado el aflautado canto del autillo en el Valle?
¿Sabes dónde estuvo el antiguo cementerio del pueblo?
¿Te has dado un paseo por la cañada de la Rinconada?
¿Te has fijado en la explosión de color que se produce hacia el mes de mayo por la floración de los “zapatitos” de las “argomas”?
¿Te has parado a oler la tierra mojada después de la lluvia?
¿Has ido a finales de verano en busca de moras por los zarzales del campo para elaborar con ellas un delicioso postre con vino y azúcar?
¿Has cogido la bicicleta para recorrer los caminos y pistas de la Nava o del Páramo?
¿Alguna vez has “resnalado” sobre la escarcha de la Era o por la superficie congelada de la Majada después de una helada invernal?
¿Has visto el Guarrate o la Era cubiertos de margaritas en primavera?
¿Has probado carne de lechazo cocinado en horno de adobe con “argomas” y brezo como combustible?
¿Sabes dónde está Vatocendo y te has dado una vuelta por allí?
¿Has fabricado un “tirapiedras” con una horcaja de roble?
¿Has degustado el dulce néctar de las “chupas” que crecen en los prados?
¿Te has dado un paseo por la orilla de la Cueza en época de lluvias?
¿Has subido al alto Lutero y has bebido el agua de su fuente?
¿Has cogido “gallaritas” de los robles para jugar a las canicas o “gallarones” para lanzárselos a alguien?
¿Te has acercado a la laguna de la fuente del Brezo y al corral de adobe que hay a su lado?
¿Has olido la fragancia del tomillo en verano?
¿Conoces el sitio del pueblo donde se ubicó el potro y para qué se usaba?
¿Te has asomado desde la Revilla para contemplar las preciosas vistas que desde allí se tienen de la Montaña Palentina, la Loma y la Vega del Carrión?
¿Has respirado el aire frío en una mañana invernal dando un paseo por los caminos del Páramo?
¿Alguna vez te has refrescado con “chupiteles” en invierno?
¿Has participado en la procesión de la Divina Pastora por las calles del pueblo?
¿Has ido a ver las antiguas presas donde se lavaba antaño la ropa?
¿Te has acercado a dar un paseo hasta los huertos de la Varga?
¿Has escuchado el “cacareo” de las “pigazas” al atardecer en la Roza?
¿Has visto el antiguo fuelle de la fragua que aún se conserva restaurado?
¿Has intentado hacer un escriño con corteza de zarza?
¿Has ido en diciembre a la Roza a coger un poco de musgo para poner el belén?
¿Te has dado un paseo en bicicleta hasta el Quiñón?
¿Has ido a volar una cometa a la Era en un día ventoso?
¿Has estado en Elegidro y sabes que en sus presas se lavaban antiguamente las ropas de los difuntos?
¿Has utilizado el “pelo de ratón” para hacer coscas a un “chiguito”?
¿Sabes para qué sirve la “tierra topinera” y dónde se puede encontrar?
¿Has dado un paseo hasta la laguna de Onzarza?
¿Has ido en otoño a coger “andrinas” para elaborar un aromático licor de orujo?
¿Alguna vez has estado en Espinar?
¿Has hecho un arco de una rama de sauce y has usado como flechas tallos de “husos” recogido en alguna de las lagunas del pueblo?
¿Has escuchado el canto de las "collaronas" en primavera por el Páramo?
¿Te has acercado al alto del Calvario para contemplar desde allí la impresionante panorámica de la Roza, los campos de la Vega y los pueblos cercanos?
¿Has …?
En fin, creo que podría continuar, pero prefiero dejar al gusto de cada cual añadir todas las múltiples posibilidades que tiene un pueblo como Villapún. Aunque quizás ese sea el problema: vivimos en una sociedad que deja cada vez menos margen a la imaginación, en la que prima el “ocio digital” y la cultura urbana frente a “lo rural”, que se margina y desprecia, lo exótico frente a lo local, lo sofisticado frente a lo sencillo, lo moderno frente a lo tradicional, lo efímero frente a lo duradero...
Y volviendo a mi querido paisano, permíteme que te de un humilde consejo: abre bien todos tus sentidos porque las cosas realmente valiosas de la vida son sencillas como el canto de un pájaro, la sonrisa de un niño, la mirada de la persona amada, una bella melodía o un rayo de sol al atardecer. Aprende a disfrutar de estos pequeños tesoros de la vida y serás feliz.
Por cierto, ¿aún sigues pensando que en nuestro pueblo “no hay nada”?
Roberto Rodríguez Martínez